Las competencias blandas le ayudan a realizar diversas tareas en su lugar de trabajo. Este tipo de habilidades no son técnicas y son transferibles. Son tipos especiales de habilidades que no están vinculadas a un trabajo o tarea específicos.
Las habilidades blandas son bastante diferentes de las habilidades duras. Las duras son las que te ayudan a realizar ciertas tareas, como el análisis de datos financieros. Por otro lado, las habilidades blandas determinan la ética con la que se manejan esos datos.
Si trabajas en un puesto de atención al cliente, la habilidad dura será el software que vende tu empresa y las habilidades blandas serán tu capacidad para escuchar activamente, gestionar el tiempo y tener capacidad para resolver problemas. Cuando cambies de sector o de trabajo, puede que tus conocimientos en las habilidades duras ya no te sean útiles. Pero las habilidades blandas, como la reducción de las situaciones de tensión o la comunicación clara, seguirán siendo útiles para tu futuro trabajo.
Todos los empleadores valoran algunas aptitudes particulares, como la capacidad de cumplir los plazos y la orientación al detalle. A algunas empresas les gusta que el empleado tenga una fuerte ética de trabajo, una actitud profesional y la capacidad de trabajar bien con los demás.