Emily, de 28 años, acababa de dar a luz a su primer hijo: una hermosa niña que llamó Hailey. Los médicos salieron de la sala y dejaron a Emily y su novio a solas para apreciar a su recién nacida.

Pero, después de sostener a su hija durante no más de 5 minutos, la joven mamá de repente sintió algo extraño… Emily sintió una punzada en su vientre. Su novio salió corriendo de la sala y llamó al personal médico de inmediato. Y menos mal que lo hizo…