Según un estudio realizado por el Oxford Internet Institute, los resultados mostraron que jugar a los videojuegos puede tener un impacto positivo en tu bienestar. El estudio utilizó datos de juego de dos juegos populares: Animal Crossing: New Horizons de Nintendo, y Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville de EA.

El estudio se centró en explorar cómo el tiempo de juego afectaba al bienestar del jugador. También se estudió la relación entre las experiencias de los jugadores en el juego y su bienestar. Se pidió a 3.274 jugadores, todos mayores de 18 años, que respondieran a una encuesta creada por los investigadores para valorar sus experiencias mientras jugaban. La encuesta se envió a través de las empresas de juegos EA y Nintendo.

Los investigadores creían que los datos anteriores se habían extraído principalmente de encuestas de autoinforme y no de los datos reales de los juegos proporcionados por las empresas de juegos, por lo que se hacían afirmaciones sobre el efecto de los videojuegos sin ninguna prueba sólida que las respaldara.

Mientras que estudios anteriores afirmaban que un mayor tiempo de juego afectaba negativamente al estado de ánimo de una persona, este estudio descubrió que el tiempo de juego desempeñaba un factor pequeño pero significativo a la hora de afectar al bienestar.  Sin embargo, el factor que más influye en el bienestar es la experiencia del jugador en el juego. Los jugadores que disfrutaban de verdad con el juego declaraban un bienestar más positivo que los que, por ejemplo, jugaban sólo para escapar del estrés de la vida cotidiana. Otra conclusión extraída del estudio, que coincide con los resultados de estudios anteriores, es que las personas que no conseguían satisfacer sus necesidades psicológicas en la vida real habían revelado estar menos satisfechas incluso después de jugar.

Sin embargo, este estudio no es una situación en blanco y negro. Ambos juegos tienen características sociales, lo que podría haber sido la razón por la que el estudio resultó como lo hizo. Por eso, el profesor Andrew Przybylski, que dirigió el estudio, pidió a otros desarrolladores de juegos que revelaran también sus datos sobre los mismos. Cuantos más juegos y jugadores se estudien, más sólidas serán las teorías sobre cómo afectan realmente los videojuegos a una persona.